La palabra comunicación en su origen está unida a las ideas de comunicación y obligación. “Comunis” significa en público, ante la comunidad, y “Communicare” fue, originalmente,hacer algo en común, distribuir o repartir, y éste es el origen nuestra palabra comunicación.
En zoología o en etología, comunicación indica el intento de describir la conducta social de los animales en términos de estímulo y respuesta.
Todo proceso de información depende de las señales. La característica más importante de la señal es su carácter trivial en comparación con las consecuencias que produce: si emitimos un pequeño sonido, o producimos un determinado olor, un grupo de grandes animales puede gastar gran cantidad de energía para huir. En la conducta social, la fuente de la señal y el sistema en que ésta influye en los animales de una misma especie nos hace pensar en los denominados signos sociales, ya que algunos animales pueden comunicarse a distancias muy grandes.
El mensaje puede ser un reclamo de apareamiento, o puede tener otro significado, como el de reunión de una manada o un rebaño. Por ejemplo, los lobos tienen un sonoro aullido que se deja oír muy lejos durante las silenciosas noches de otoño o invierno. El jefe de la manada empieza a convocar a los lobos para una cacería, y los otros miembros del grupo le responden desde 15 o más kilómetros de distancia. Una vez reunidos, el grupo comenzará el ataque lo más rápidamente posible mediante estrategias de caza comunitaria y persecución de la presa por relevos.
Un experimento.
Otro ejemplo es que las hembras de las grandes mariposas nocturnas emiten feromonas -compuestos químicos que atraen y estimulan a otros animales de la misma especie- que pueden alcanzar a machos situados a varios kilómetros, invitándolos al apareamiento. Pueden ustedes comprobarlo, si encuentran capullos de mariposas nocturnas operando de la siguiente manera: aíslen los machos de las hembras en cuanto emerjan; se distingue claramente al macho por poseérsete antenas grandes y plumosas; márquenlos y llévenlos a tres o cuatro kilómetros de distancia y déjenlos en libertad. Si las hembras están enjauladas, podrán comprobar como les cuesta muy poco a los machos llegar de nuevo hasta ellas.
Veamos un ejemplo claro de comunicación animal por todos conocido pero por muy pocos fríamente estudiado. En la tranquilidad del hogar ronronea un gato (ojos entornados y orejas plegadas) acariciado por su amo. Si un perro irrumpe en la habitación, se entabla la comunicación pero-gato; el gato cambiará de actitud en el acto: abriendo los ojos le seguirá con la mirada; si el perro se aproxima, las pupilas del gato se agrandarán, al tiempo que se incorpora; si el perro continua acercándose vemos como, de pronto, el gato arquea el lomo mientras, mirándolo fríamente, le muestra los dientes y sus orejas se repliegan completamente hacia atrás. Si el perro se aproxima más, el gato arqueará todavía más su lomo, erizará todo el pelaje, en tanto levanta la cola y bufa; finalmente lanzará su garra abierta con las uñas sacadas hacia la parte más vulnerable de su enemigo: el hocico. ¿De qué pueden servir al gato sus distintas actitudes?. Según la postura, disposición de orejas y pupilas y erizamiento o no del pelo del gato, su dueño le acercará o no la mano; el perro será más o menos cauto en su aproximación, y otros gatos que le observen actuarán también en consecuencia. En definitiva, el animal ha lanzado señales a quien le quiera observar: se está comunicando.
Fotografía perteneciente al contenedor de imagenes de Google. Código: un-gato-erizado-2217.jpg |
Desde luego, el más importante de todos los sistemas de comunicación y de señales es el del hombre, y el rasgo esencial del lenguaje humano es el de ser totalmente intercambiable entre los individuos, siendo una consecuencia de esto que los humanos podemos mentir, mientras que esto es imposible encontrar algo que se corresponda con ello en la comunicación animal de una determinada especie, siempre dejando de lado las maniobras de distracción o fingimiento que son estrategias antidepredación. Hemos de tener en cuenta que las decenas de miles de palabras que pronunciamos o escribimos se han formado a partir de veinte o treinta sonidos o letras, siendo uno de los caracteres únicos de la comunicación humana toda una proeza, pues el desarrollo del lenguaje humano depende hasta tal punto del aprendizaje en los primeros años de vida del niño. Que un niño criado en soledad por una madre sorda o deficiente mental, crecerá mudo o deficiente. Una tragedia como esa puede ocurrir de forma ocasional en nuestra sociedad.
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