242.- PARQUES NATURALES (Madeira, la isla paraíso de Portugal)

Estos parajes naturales fueron descubiertos en el año 1419 por los navegantes portugueses Tristão Vaz Teixeira y João Gonçalves Zarco, aunque ya eran conocidas por los romanos. La isla de Madeira es escarpada y montañosa, con profundos valles, sólo  hay planicies en la costa sur,

en torno a su capital, Funchal.

Este archipiélago de Madeira es una región autónoma dependiente de Portugal, una población de 260.000 habitantes y una superficie de 794 km². El archipiélago esta a unos 1000 kilómetros al suroeste de Lisboa en Portugal y a 500 kilómetros de Casablanca en Marruecos. Las islas Madeira están bañadas por las aguas de la Corriente del Golfo, por lo que disfrutan de cálidos veranos y suaves inviernos que las convierten en un muy preciado destino turístico durante todo el año. Esta compuesto por la Isla de Madeira, la más grande de todas, la pequeña isla de Porto Santo y tres islotes sin población alguna. Todas las islas presentan muchas colinas de origen volcánico y la costa de Madeira es rocosa y abrupta con muchos desfiladeros de lava que van al mar, sólo  hay planicies en la costa sur, en torno a su capital, Funchal.

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Su origen volcánico está formada por un macizo montañoso que cae abruptamente al mar desde los 1.862 metros de altitud. Su nombre proviene muy probablemente a que entonces estaba cubierta completamente por una densa masa boscosa, siendo la isla de la madera. Las islas tienen un clima suave, con veranos calurosos e inviernos menos rígidos, aunque en este periodo invernal, el clima es muy variable y puede cambiar muy rápidamente. Esta declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1999. Su árboles, siempre verdes forman la selva subtropical, con una gran masa de hojas coriáceas y brillantes, destacando los viñátigos, los tiles y los laureles. Este tipo de bosque también lo encontramos en, Azores, Canarias y Cabo Verde. La selva subtropical o laurisilva (bosque de laurel), se distribuye desde los 300 a los 1.300 metros de altitud en la vertiente norte y es más reducida en la vertiente sur donde sólo se encuentra en altitudes elevadas. La pequeña isla de Porto Santo de apenas 42 km² y unos 5.000 habitantes contrasta con Madeira por su orografía casi plana, su escasa vegetación y, sobre todo, por disponer de una magnífica playa continua de 9 km de largo en el sur de la isla.

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Madeira no tiene playas debido a su origen volcánico cuya actividad se inicio hace casi 20 millones de años. Sin embargo en Porto Santo, como hemos mencionado antes, si podemos encontrarnos algunas playas. 
La costa de las islas es rocosa y abrupta, con un gran número de desfiladeros y acantilados. La isla cuenta también con una fauna y una flora únicas, por lo que en el año 1982 se creó el Parque Natural de Madeira, cuyo objetivo es salvaguardarlas. Las islas son actualmente uno de los 22 distritos administrativos de Portugal, pero gozan de un mayor grado de autonomía. La capital de Madeira llamada Funchal, es una ciudad abierta y limpia, la mayoría de las casas son pequeñas de tejados naranjas, que mantienen la uniformidad y armonía en todas las poblaciones de la isla, con vistas a la montaña y al mar y cubierta por abundantes jardines y plazas.

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La Floresta posee diversas especies de Fauna y Flora endémicas de gran interés para muchos biólogos y botánicos, así entre la vegetación se podrá encontrar aves endémicas de Madeira como el pequeño Bis-Bis, la Freira da Madeira, el Tentilhão y el Pombo Torcaz. Existen mas de 200 especies de aves y cerca de 700 especies de insectos en la región, que representan cerca del 75% de la Fauna conocida del Archipiélago de Madeira y se calcula que cerca del 20% de los insectos son endémicos de la Isla de Madeira. Una de las grandes características de las aguas de la Isla de Madeira es que posee una gran biodiversidad a poca profundidad, por la cantidad de especies de peces y crustáceos existentes. Por su parte, los islotes Desertas son un refugio para muchos animales como es el caso de la Foca Monje o Lobo Marino y de nidificación para inmensas espécies de avifauna como la Cagarra, el Roque de Castro y la Alma-Negra.