Iridiscentes de verde, púrpura y azul, no aparecen en la Península Ibérica más que en invierno
Cuando acuden a la Península, aparecen en grandes bandos, que vuelven a marcharse en la primavera para criar en los países del Norte. Vociferantes, con una extensa gama de silbidos y chasquidos, los estorninos son pájaros de tamaño pequeño a mediano que hacen notar su presencia entre las poblaciones humanas con su incesante actividad, fuertes reclamos y riñas. La mayoría de ellos nidifican en agujeros de árboles y acantilados pero, como es nuestro caso, están cerca de las poblaciones; pueden construir sus nidos en los edificios aprovechando los espacios bajo las tejas y hendiduras de los edificios, casas de labor, granjas, ermitas y ruinas aisladas.
La mayoría de las especies son gregarios, nidificando en colonias, alimentándose en bandos y durmiendo comunalmente por la noche, pues la inmensa mayoría de los estorninos ha abandonado su lugar de origen, los bosques de árboles frondosos, para establecerse junto al hombre. Los dormideros suelen estar en los árboles pero, al adoptar recientemente el habito de congregarse en ciudades, forman grandes bandos que pueden contener hasta un millón de individuos, pues es uno de los pájaros con más éxito, con una población mundial de centenares de millones de individuos. La versatilidad de su alimentación está perfectamente adecuada a los cambios ambientales, permitiendo a esta especie variar de una a otra estación.
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Fotografía perteneciente al contenedor de imagenes de Google. Código: 220px-BouEmbolat_Almassora.jpg |
Con animo de desanimar a las primeras bandadas que vayan llegando, se utiliza con carácter disuasorio los petardos. Nada más lejos de la realidad intentar cambiar la conducta de cientos de millares de individuos con su experiencia y aprendizaje en sus viajes migratorios, utilizando petardos, cuando por poner un ejemplo, en el ano 1959 cerca de treinta millones de estorninos invadieron Túnez. Dada la magnitud de la catástrofe y daños en la agricultura, el gobierno mandó un equipo de dinamiteros que dispusieron potentísimas cargas de dinamita sobre los tarays en que los pájaros venían a dormir. Una vez bien repletos los árboles de estorninos, en plena noche, los soldados hicieron detonar simultáneamente todos los explosivos con el animo de resolver el problema de una vez para siempre. Pese a lo radical de la medida, su éxito fue completamente nulo. EI estornino pinto provoca grandes daños, devora uvas, aceitunas, cerezas, trigo recién sembrado y alimento del ganado; pero se le considera como una de las especies mas potentes como destructoras de plagas, como la de los saltamontes y otros insectos, y a menudo acompañan al ganado, atrapando directamente los insectos levantados por las pezuñas o cascos. Durante la mayor parte del año tientan con su pico las hierbas y campos arados en busca de larvas de insectos, en especial las del temible escarabajo de la patata y demás insectos dañinos.
En cuanto a su conducta, forman grupos enormes para dormir y, como la multitud de un campo de futbol, se mantienen mutuamente calientes gracias al calor combinado de sus cuerpos, aun cuando no estén en contacto directo. Los árboles donde duermen los estorninos son además un importante centro de intercambio de información, donde los pájaros hambrientos pueden localizar a los bien alimentados y seguirlos en sus expediciones cuando se despierten por la mañana. EI grupo constituye además una protección contra los depredadores, siendo sus terribles enemigos las martas, comadrejas, ardillas, lirones, halcones y algunas especies de aves. Ahora bien, su prudencia le ayuda a evitar los peligros y, en todo caso, su fecundidad compensa las bajas causadas por los animales de presa. Los más sanos y mejor alimentados se sitúan en el centro del árbol comunal, mientras que los más débiles se conforman con las posiciones periféricas. Los que duermen en la periferia están más expuestos a los ataques de los enemigos, pero obtienen a cambio la información alimentaria de las gordas aves del centro. Esta estampa de centenares de estorninos en las ramas de los desnudos árboles resulta familiar entre los transeúntes.
Típicamente las aves empiezan a reunirse en pequeños grupos de 10 a 20 individuos en arbustos y árboles; cada grupo así formando se une luego a otro cercano y, este proceso de agrupación cada vez mayor continua hasta que la bandada consta de varios millares que vuelan en círculo formando una espesa nube viva de color negro en el cielo. Se conocen bandos de dos o tres kilómetros de largo, cien metros de ancho y ocho metros de alto y el número de pájaros que se reúnen cada noche alcanza cifras astronómicas.
Antes de que el hombre modificase profundamente el paisaje, los estorninos invernantes encontraban la base de su alimentación en numerosos frutos silvestres, tales como los del acebuche, el madroño, la cornicabra y el arrayan, de los que aún se nutren; pero la degradación de los hábitats naturales de la cuenca del Mediterráneo y el cultivo intensivo del olivo han provocado un cambio de graves consecuencias en la conducta de estos animales.
La Lógica Etológica para alejar a los estorninos, no es más que imitar a la naturaleza. 1: utilización de señuelos (modelos no idénticos) a los depredadores de los estorninos, y su colocación en las partes centrales de los árboles (modelos de ardillas, comadrejas, lirones o incluso halcones) por los que estos pájaros sienten auténtico pavor). 2: conjuntamente para mantener alejados a los estorninos se pueden emplear cintas magnetofónicas en que previamente se ha gravado el grito de alarma de esta especie, y 3: supresión del número de cajas anidaderas para reducir el número de individuos que nacen cada año. Si se realiza esto durante campañas, no sólo se alejarán de las grandes vías los estorninos, sino de la propia ciudad, y se podrá dejar en paz a los sufridos ciudadanos.
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