martes, 7 de septiembre de 2010

107.- Los bosques mas bonitos del mundo-3: Bosque de Białowieża.

El bosque de Białowieża, es el último bosque natural en la planicie europea, una verdadera perla del viejo continente.

Cerca de la ciudad polaca del mismo nombre, el bosque de Białowieża abarca 1800 km2 de extensión. Este bosque magnífico era, con anterioridad, la gran planicie europea, libre de elevaciones montañosas, siendo en la actualidad una reserva natural ubicada en uno de los últimos bosques vírgenes que hay en la vieja Europa, donde se pueden ver grandes animales ungulados, como el bisonte europeo.
Los árboles de este bosque son famosos por su tamaño y longevidad, con más de 500 años de antigüedad y 50 metros de altura, siendo un extenso bosque mixto que cubre gran parte de Europa central y oriental de árboles como, hayas, fresnos, robles, tilos y carpes.
Entre los árboles abundan también las plantas arbustivas, que es la comida de muchas especies que se encuentran en este bosque y, por la gran humedad reinante, también son muy frecuentes los helechos, musgos, y hongos, los cuales  están representados por gran cantidad de especies. Se estima que en este bosque viven entre tres y cuatro mil especies de hongos y 400 especies de líquenes. El grupo más numeroso de la flora del parque son las plantas vasculares con más de 1000 especies presentes.

Fotografía perteneciente al contenedor de imágenes de Google.
Código: 520.jpg
La fauna del parque es muy importante y, sin contar el bisonte europeo, protegido contra la extinción, habitan también otros ungulados como los ciervos, alces, corzos y jabalíes, así como algunos mustélidos como tejones y nutrias y, también conviven con ellos los zorros y gatos monteses. Se estima que la fauna del bosque está reconocida en un 50%, pues el numero real de las especies puede llegar a veinticinco mil.
Los invertebrados suponen el 95% de la fauna y, todavía no están perfectamente descritos; por ello cada año se encuentran nuevas especies; muchas de ellas tienen allí el único sitio de presencia en el mundo y, las especies más raras suelen tener su hábitat en los viejos troncos de los árboles muertos.
El emplazamiento del bosque forma frontera entre Bielorrusia y Polonia, impidiéndose la libre circulación de animales y personas por medio de una valla. La necesidad de permisos ministeriales “extraños”, hacen que las visitas sean reducidas y de corta duración. Aún así, resuelto el papeleo oficial y, una vez allí, se puede visitar el bosque en bicicleta, a pie o en carruaje, pero siempre en compañía de un encargado, en fin, como en los viejos tiempos del telón.
Hablamos de un banco genético natural y, gracias a sus recursos, en un futuro se podrá recuperar la actualmente destrozada naturaleza europea. La sobreexplotación de madera en el bosque condujo a la gran reducción de la superficie de un bosque bien conservado que, incluso hoy en día, tiene repercusiones en la estructura de la edad del arbolado. Se estima que en los  años de la Primera Guerra Mundial se talaron  5 millones de m3 de madera.
En este bosque se conservaron los últimos fragmentos de la planicie europea de los bosques naturales y, gracias a los siglos de protección, diversas especies perduran aquí, mientras que en otras regiones europeas, hace mucho ya que se extinguieron.

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