viernes, 11 de febrero de 2011

146.- PARQUES NACIONALES DE ESPAÑA-7/14 (Teide).


La importancia mundial del Parque Nacional del Teide estriba, en que es un vivo testimonio de los procesos geológicos subyacentes a la evolución de las islas oceánicas.

El parque Nacional  es una zona protegida de la Isla de Tenerife, y es el más antiguo y más grande de los parques nacionales de las Islas Canarias. Es uno de los parques más antiguos de España, pues lo es desde 1954, también es patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y uno de los 14 tesoros de España.
El nombre del Parque viene del volcán del Teide, el pico más alto de España con más de 3700 metros es el tercer volcán más grande del mundo y el más alto de todo el Océano Atlántico. El Parque Nacional del Teide, fue en 2008 el más visitado de los cuatro parques con los que cuentan las Islas Canarias con un total de 2,8 millones de visitantes.
El cráter del Teide es una de las zonas de alta sensibilidad ecológica y geológica más importantes del Parque Nacional tinerfeño. Esta zona representa un punto de máximo interés proteccionista con el fin de preservar las características que distinguen al Teide, el cráter está clasificado como Zona de Reserva. Su extraordinario paisaje es un monumento geológico de los más espectaculares del mundo, en el que los conos volcánicos y las coladas de lava forman un extraordinario conjunto de colores y formas.
En el Parque Nacional del Teide se suman un total de 168 plantas superiores, de ellas, 58 son consideradas plantas endémicas canarias. En la actualidad, tres especies vegetales se encuentran en peligro de extinción y otras doce en situación vulnerable. Para muchos endemismos, las paredes y oquedades que las piedras de las Cañadas conforman, son un verdadero refugio para su conservación.

Fotografía perteneciente al contenedor de imagenes de Google.
Código: Image-68900a5c8a.jpg

La fauna autóctona es de gran interés, como el lagarto tizón o el pinzón del Teide de color azul intenso. En la actualidad sólo dos factores de amenaza permanecen en el Parque Nacional, constituyendo el principal foco de atención el conejo y el muflón de Córcega. Los invertebrados cuentan con formas exclusivas de las que apenas se conocen unos pocos ejemplares. También la fauna autóctona es de gran interés, como el lagarto tizón, o el pinzón del Teide de color azul intenso.
Un Plan de recuperación de especies vegetales en peligro de extinción dedica una buena parte de los esfuerzos de la administración a aislar las poblaciones naturales de la incidencia de estos animales mediante el establecimiento de vallados de protección, muestreos y censos. Como ya se ha mencionado muy a groso modo, en este paraje se encuentra una gran cantidad de especies botánicas rarísimas, como el tajinaste rojo, que florece cada primavera alcanzando hasta 3 m. de altura; o el rosal guanche, del que hay tan solo unos 50 censados en todo el mundo; o la violeta del Teide, especie muy resistente a alturas extremas, que crece en las laderas.
A lo largo de más de dos mil años, dos tradiciones culturales esenciales han ejercido influencia en la creación de este paisaje: por un lado, la corriente protohistórica norteafricana, vinculada con los primeros poblados de la isla, los guanches y, por otra parte, la corriente cultural europea.
Terminamos indicando que, la excursión es difícil y cansada, y está sometida a importantes restricciones, como es la prohibición de recoger cualquier tipo de mineral, vegetal o especie animal, todo ello necesario para la conservación de tan extraordinario paraje.

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