sábado, 9 de junio de 2012

226.- PARQUES NATURALES (P. Natural de los Arribes del Duero).


En Este parque natural encontramos la naturaleza de un río, el Duero, que ha creado profundos encajonamientos, excavando un profundo barranco que, en algunos sitios, es de más de 400 metros. La peculiar topografía, que conforma un valle a salvo del viento y sometido al sol, propicia un microclima mediterráneo que contribuye a la diversidad vegetal.

Este Parque Natural se encuentra en un entorno privilegiado, único. Los Arribes es una extensa zona, desde el noroeste de Salamanca hasta Zamora en la que el río Duero ha excavado un profundo barranco y, en algunos sitios, de más de 400 metros. Las múltiples rutas de las que se puede disfrutar pueden ser adaptadas a cualquier nivel de dificultad. Desde Salamanca hasta la comarca conocida como Las Arribes del Duero, en el occidente de las provincias de Salamanca y Zamora, encontramos la naturaleza de un río, el Duero, que ha creado profundos encajonamientos entre las tierras españolas y portuguesas que cruza, con casi un centenar de kilómetros de recorrido fluvial, donde el microclima característico de arribe y la inaccesibilidad de los farallones de granito facilitan un hábitat exclusivo.
Las distintas fuentes consultadas, me indican que, es en la parte lusitana en la que este entorno natural goza de la calificación de espacio protegido, mientras que, en la zona española, son muchos los años pasados sin ver convertido el entorno en parque natural que, al estar compartido entre ambos países,  sería considerado internacional. Esto indica la importancia y el interés ecológico de un área geográfica, sita a caballo entre dos provincias y dos naciones, que, muchos, han bautizado como el Gran Cañón Ibérico.
200px-Arribes_del_Duero_-_Saucelle
Todos podemos quedar entusiasmados de esta naturaleza, mientras descendemos lentamente por el río, navegando silenciosamente por el gran cañón, podemos ver el vuelo de las águilas reales, los nidos de las cigüeñas negras o el pozo de las nutrias, todo esto situado sobre las abruptas y elevadas paredes del acantilado, que también nos muestran cascadas, encinas arraigadas en las grietas e incluso restos arqueológicos. Por la diferencia de clima y cultivos, la Ribera se distingue marcadamente del terreno que la rodea, y así, en cuanto desaparecen el olivo, la vid, y el almendro, termina la tierra propiamente riberana, que tiene a todo lo largo del río una anchura de 6-8 kilómetros, de los cuales 2-4 lo constituyen las Arribes.
Las especiales condiciones geográficas han creado una reserva y un microclima casi mediterráneo, lo que ha propiciado que muchas especies de rapaces como el águila real, el buitre leonado, el águila perdicera, el alimoche y el cernícalo entre las más conocidas se encuentren en este entorno.
La cigüeña negra que está en peligro de extinción nidifica aquí y si las condiciones son favorables , pueden verse vencejos reales, cormoranes y ánades reales. Los animales terrestres como nutrias o jabalíes, son mas difíciles de ver ya que solo acuden al río a beber.
Por su parte, la vegetación característica del cañón son encinas, enebros, fresnos, alisos, arces y madroños.
Las Arribes son conocidas por los lugareños con otras denominaciones como: la Ribera, la Ribanza, las Arribas, los Arribazos, los Arribes, según nos encontremos en Zamora o Salamanca, si bien el término de “la Ribera” hace referencia únicamente al terreno directamente colindante con el río Duero. Presentan unos rasgos físicos, tanto geológicos y geomorfológicos como climáticos, que le dotan de cierta peculiaridad, así como una escasa densidad de población. Las tierras alejadas de los ríos presentan una larga y suave pendiente hacia ellos y es donde están asentados los núcleos de población. La parte inmediata a las corrientes de agua, es escarpada, de pendiente brusca, exuberante en vegetación: enebros, hojaranzo, jara, almendros, limoneros, naranjos, cerezos, guindos, chumberas, cactos.
arribes03
La climatología es muy importante en esta zona, es a la par el turismo es muy importante. En las Arribes se diferencian claramente dos zonas: por un lado la correspondiente al propio valle del río, con un clima suave y atenuado y; por otro, la cresta de la penillanura, con valores de temperaturas y precipitaciones más continentales y rigurosos. 
Las Arribes se caracterizan por tener inviernos más cortos, suaves y húmedos que los de la penillanura, trayendo aparejado, como consecuencia de esto, la práctica inexistencia de heladas. Los veranos son más largos y calurosos.
Un buen lugar para olvidar el desarrollo de las grandes ciudades y desconectar del ajetreo urbano, entre cortinas, antiguos molinos de harina, puentes y pontones para carros, horneras para cocer el pan, chozos para guarecer a los rebaños, telares y fuentes. Gentes que se aferran a sus costumbres, la naturaleza, la ganadería y la agricultura, en un entorno descuidado, en lo concerniente a las carretera, y que aprovechan sus escasos recursos al máximo.
Aunque ya se ha mencionado, lo repito de nuevo, el impacto visual del visitante es brutal cuando llega al borde de la garganta geológica de los Arribes, la parte que da nombre al parque. Un impresionante espacio natural de abruptos cañones y desfiladeros, por donde el río discurre formando un serpenteante y caprichoso cauce que puede alcanzar los 400 metros de desnivel. Estos enfilados barrancos bajan hasta el Duero, a cuyo paso crea una frontera natural con la vecina Portugal.
Terminamos indicando que, en el plano socioeconómico, es una zona con escasez de infraestructuras que se encuentra en un continuo proceso de despoblación y fuerte envejecimiento. En los últimos años, las principales iniciativas inversoras de la zona han venido de la mano del comercio minorista transnacional y del turismo. Este último, motivado principalmente por la belleza paisajística. Esta paisaje hay que venir a verlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.