lunes, 31 de mayo de 2010

72.- Sociedades animales 1: Abejas


Cada individuo trabaja en una función específica, uno no es más que otro; cada uno realiza sus funciones según sea su labor.

En las sociedades animales, de forma general cada individuo trabaja en una función específica, nunca uno es más que otros, pues cada uno realiza sus funciones según sea su labor, igual que un organismo, el cual su buen funcionamiento depende del buen funcionamiento de cada uno de las partes. Realmente queda anulado el individuo en función y beneficio del grupo, pues es lo más importante, debido a que no hay un interés particular de sus miembros en destacar. El éxito de éste no depende de lo que haga un solo animal, sino de lo que hagan en conjunto todos los individuos del grupo.
Cuidado, hay que darle toda la importancia del Mundo cuando afirmamos que las abejas están desapareciendo a pasos agigantados y no sabemos cuales pueden ser las causas, ya que los cultivos de muchos países están dejando de ser polinizados por ellas. Las causas pueden ser muchas, por ejemplo el uso de pesticidas, la pérdida proteínica del polen por el cambio climático o la acumulación de sustancias tóxicas en las mismas colmenas.
 
Durante los últimos años se ha producido una alarmante perdida de colmenas en Francia, Alemania y España, sin contar las grandes pérdidas en billones de dólares en los EEUU.
El papel que desempeñan en el desarrollo de los cultivos es determinante y, su desaparición tendría repercusiones a escala planetaria muy graves en la producción de los mismos puesto que el 80% de la polinización entomófila la realizan las abejas, sin ellas el desastre está asegurado.


Fotografía perteneciente al contenedor de imagenes de Google.
Código: abejas-colmena.jpg

Brevemente comentamos ahora que, las abejas viven en grupos organizados, formando colonias de miles de individuos (entre 10.000 y 150.000), con funciones completamente predeterminadas por los rangos: reina, zánganos y obreras.
 Las obreras recolectan el polen y el néctar de las flores y de los cultivos, y lo depositan en la colmena mezclándolo con secreciones de tipo enzimático, para que se convierta en miel. La reina es la única hembra fértil, pone huevos fecundados que originarán obreras no fértiles, y otros huevos no fecundados que darán zánganos fértiles por partenogénesis. La reina es el ser más importante de la colonia y, por ello existe una autentica sumisión de todos los miembros de la colonia para con su reina, pudiendo entregar su vida al defender la colonia por picadura a un intruso, lo que representa la muerte segura de la abeja. A la reina se le da la miel mas pura completamente asimilable, tiene sus propios guardianes y se la lava y alimenta.
No pueden tener una existencia aislada y necesitan vivir en colonia, de esta manera las obreras trabajan sin tregua, y se encargan de todas las tareas inherentes al buen funcionamiento de la colmena, haciendo todas las faenas sucesivamente a lo largo de su corta vida que es de unos 45 días, limpia los alvéolos y la colmena, es nodriza y cebadora de jalea real, posteriormente es almacenera de polen y néctar, luego edifica los panales con cera, centinela contra intrusos con posterioridad y por último cosecha néctar, polen antes de morir unas semanas después.
El comportamiento de las abejas está perfectamente ligado a su morfología y arquitectura del cuerpo, sus ojos compuestos por facetas, le permiten poder ver muy bien en cualquier dirección, sus perforaciones en las antenas, le permiten ser muy sensibles a los diversos olores, y localizar las fuentes de alimento y, su perfecta orientación dentro y fuera de la colonia, le permite comunicar dirección y distancia de la fuente alimenticia, al resto de abejas mediante la denominada danza del contorneo. Las mandíbulas le permiten cortar, su lengua retráctil que le permite aspirar y las patas le sirven para transportar el polen y limpiar sus antenas. Se dice que la obrera de colmena necesita siempre estar en multitud; aunque tenga abundante alimento, si no ve y está con sus compañeras, muere de soledad.
Los mensajeros químicos son esenciales en la comunicación entre las abejas. Las feromonas sirven para localizar los distintos lugares de la colmena, localizar zonas de néctar, producen las señales de alarma, regulan la temperatura y humedad de la colonia y controlan y equilibran la población regulando la puesta de la reina.
A parte de la producción de miel y cera por parte de las abejas, la importancia capital, esencial para el hombre y su economía, es el papel fundamental de la abeja en la polinización de los cultivos, hortalizas y vegetales para nuestra alimentación, así como para la polinización de plantas no comestibles y no cultivadas que impiden la erosión del suelo e impedir que este sea arrastrado al mar.
Terminamos indicando algunas características de la miel, como son las propiedades antibióticas, antisépticas y cicatrizantes como es el caso de las quemaduras, llagas y diversidad de heridas. Tiene además propiedades diuréticas y sedativas, con efectos curativos de la tos, bronquitis y catarros, contra el reuma y el estreñimiento. En definitiva la miel nos mantiene en forma y con buena salud. Cuando damos un manotazo a una abeja de la miel, cometemos una autentica estupidez, si no la molestas, no te hará nada.
Los siguientes datos tomados de Internet muestran la composición de la miel. Está compuesta de un 18% aproximado de agua. Un 82% de hidratos de carbono procedentes de sus azúcares: 38% de fructosa, 32% de glucosa, 5% de sacarosa, 7% de maltosa y el resto de isomaltosa, erlosa, rafinosa y otros. Cada cucharita de 4gr. aproximados de miel contiene 1g. de glucosa.

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