Los Picos de Europa son una inmensa y vertical montaña caliza rodeada por densos bosques de hayas y robles en sus laderas y pequeños pueblos en sus valles. El parque ofrece un paisaje espectacular, con sus escarpadas cimas grises peladas de vegetación, sus siempre verdes majadas y sus innumerables simas.
En el parque Nacional, las altas cimas están dominadas por los roquedos y los prados subalpinos, frecuentados por el rebeco cantábrico y el corzo y, entre las aves, destacan el águila real, las chovas piquirojas y piquigualdas, el treparriscos, y el gorrión alpino. En las zonas medias, se encuentra los hayedos, frecuentados por los osos y otros mamíferos, siendo también habitual el mochuelo, el cárabo y el urogallo y, en el fondo de los valles, aparecen robledales y bosques de encinares y alcornocales y su fauna asociada, sobresaliendo la presencia del lobo, jabalí, tejón, gineta, gato montés, azor y gavilán.
El Parque Nacional de Picos de Europa pertenece a la red de Parques Nacionales de España, y fue uno de los primeros espacios naturales protegidos de la península, junto con Ordesa, ambos son espacios protegidos desde 1918. El carácter más acusado de este paisaje es, sin duda, su naturaleza geológica. Los elementos morfológicos que podemos apreciar hoy en día en este Parque son el producto de la acción de los glaciares, y de una acción cárstica.
Representa los ecosistemas ligados al bosque atlántico. Los Picos de Europa presentan la mayor formación caliza de la Europa Atlántica, con importantes procesos cársticos, simas que llegan a más de 1.000 m, erosión glaciar muy patente y presencia de lagos. El Parque Nacional de los Picos de Europa ha cogido el testigo del de la Montaña de Covadonga, el más antiguo de España, situado en la parte surororiental del Principado, sobre el macizo occidental de los Picos de Europa.
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Son las montañas más espectaculares y singulares de la Península Ibérica, pues se trata de una gran masa de roca caliza de 800 kilómetros cuadrados, y de un espesor que supera los 2600 metros, y es eso precisamente lo que les hace diferentes de otras montañas, la acumulación de calizas carboníferas de gran grosor y, los ríos han labrado con el tiempo profundos cañones, todos ellos atravesando o rodeando los Picos de Europa de sur a norte. Aquí se encuentran algunas de las mayores cuevas en desarrollo vertical del mundo, fruto de la erosión del agua sobre las grietas de la roca. En el Parque Nacional, hay más de 4000 cavidades exploradas, muchas de ellas superiores a los 1000 metros de desnivel.
El paisaje es siempre verde en los valles y laderas que rodean a las montañas calizas y, el tipo de vegetación que predomina, es de bosques y pastizales de tipo atlántico, en otras palabras, vegetación exuberante, siempre verde, en contraste con la típicamente mediterránea del resto de la Península. Como hemos mencionado en parte antes, a una variada vegetación le corresponde, a su vez, una gran variedad de especies de fauna.
Entre las aves destacan, águila real, buitre común, alimoche, halcón peregrino, águila perdicera, búho real, lechuza común, y ratonero. También están muy presentes, gran cantidad de arrendajos, cuervos, chovas y urracas, así como un sinfín de herrerillos, lavanderas, alcaudones, colirrojos, carboneros y alondras. Por su puesto, no puede faltar en este Parque, el rebeco, sin duda el animal más representativo de la fauna de alta montaña, que encuentra aquí su óptimo ecológico.
La superficie total del parque alcanza las 64.660 hectáreas, estando la cota más alta del parque en los 2.648 en el pico de torrecerredo. En el año 1991, este territorio pasa a formar parte del Plan de Espacios Naturales Protegidos de Castilla y León, y en 1994 es declarado Parque Regional de los Picos de Europa. Tiene más de 200 cotas que superan los 2000m de altitud, impresionantes cañones, simas y cuevas producto de la típica orografía cárstica que tan presente está en el parque y, uno de los lugares más conocidos de los Picos de Europa son los lagos Enol y Ercina, popularmente conocidos como los lagos de Covadonga, debido a su cercanía a la Basílica de Covadonga, lugar de peregrinación mariana.
El Parque Nacional de Picos de Europa es un paraíso para los amantes de la montaña y la naturaleza, que cuentan ademas con la Cordillera Cantábrica para la práctica de todo tipo de deportes de aventura, aquí se encuentra el tristemente conocido Naranjo de Bulnes, por su tributo anual de montañeros, que obtiene su nombre de un color anaranjado, visto desde algunos puntos, que toma debido a la composición de la roca y la incidencia del Sol.
Terminamos indicando que, existen cantidad de puntos de interés en el parque y su zona de influencia, pero el ecosistema del Parque es muy sensible y conviene ser muy prudentes, pues se trata de una zona de alta montaña con los peligros que eso conlleva, la niebla y el clima son muy traicioneros en las zonas altas de los Picos de Europa.