Se
produce el asco en el sistema límbico del cerebro y, es un comportamiento
innato, es un reflejo facial con salivación y nauseas
El
hipo es una contracción espasmódica involuntaria, y está originado en el
músculo diafragma.
Asco es, por supuesto, una emoción muy desagradable, que
produce gran disgusto al que lo ve o huele, puede ser alimentos de aspecto
podrido, excrementos, orina, con sus consiguientes olores. Esto generalmente,
nos produce el vómito, que no es más que una reacción fisiológica a lo observado
u olido. Se produce el asco en el sistema límbico del cerebro y, es un
comportamiento innato, es un reflejo facial con salivación y nauseas. Las
reacciones más importantes son el aumento de la reactividad gastrointestinal y
la tensión muscular. El asco motiva a la repulsión y huida, que sirven para
comunicar lo desagradable que es algo. Es una emoción negativa universal, con
una expresión facial muy característica, el suceso es valorado como muy
desagradable. Las mujeres son más sensibles al asco que los hombres, además el
asco es protector y necesario para la supervivencia, pues protege de la
ingestión de sustancias y objetos peligrosos o también, del potencial contagio
con diversas enfermedades. Desencadenan el asco, la comida descompuesta, el olor
fuerte, como los olores corporales y la propia contaminación ambiental. La
función social del asco, es la advertencia a otros del potencial daño que está
frente a nosotros, de esta manera, el primero que prueba una comida en mal
estado, advierte mediante esta reacción a los otros comensales. Los
profesionales de la medicina, o los profesionales de funerarias, son capaces de
superarlo.
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El hipo por su parte, se conoce en
medicina como singulto, esta originado por el músculo diafragma, cuando este se
irrita, entra aire en la garganta de golpe y choca con la laringe y, las
cuerdas vocales se cierran de repente, al cerrarse la glotis, surge el hipo. La
principal causa son las comidas rápidas o en mucha cantidad, irritación del
estómago o de la garganta, neumonía, pleuresía, ingesta de alcohol o refrescos
carbonatados, incluso la misma ansiedad. Este proceso suele durar unos minutos
y no suele ser muy frecuente y no parece que presente ninguna función
fisiológica, simplemente está. Se puede aliviar el hipo, dejando de respirar
durante 15 segundos, al detener de forma momentánea la respiración al recibir
un buen susto, respirar profundamente y pausadamente, tomar una cucharada de
azúcar, taparse los oídos, masticar lentamente un alimento, o respirar dentro
de una bolsa, son todos remedios caseros, y no hay otra. Si el hipo es muy
persistente y frecuente, más en los casos de los bebés, hay que consultar al
médico para descartar problemas digestivos y respiratorios. Igual que aparece,
desaparece, pero en algunos casos, acaba siendo muy molesto.
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