Las preguntas básicas que se hace el ser humano están lejos de las capacidades de este mismo ser humano para responderlas, y las respuestas existen, han sido, encontradas, por algunos otros seres humanos en el distante pasado.
El debate entre creación y evolución se resuelve admitiendo que los dogmas que incluyen la creación dejan todas las preguntas sin contestar, mientras que el esquema científico evolutivo permite avanzar en la contestación, lentamente, pero de forma segura. El naturalista británico Charles Darwin cambió la visión sobre el origen de la vida. El viaje por Sudamérica en el Beagle, fue clave para el desarrollo de la Teoría de la Evolución.
Es indudable que la teoría de la evolución, enunciada por Charles Darwin a mediados del siglo XIX, provocó una revolución científica. Los conceptos de esta teoría, como el de selección natural, han permeado desde entonces casi todas las disciplinas científicas. Así, puede constatarse cómo han surgido áreas de estudio que van desde la evolución química prebiótica y la evolución molecular hasta la evolución tecnológica, pasando por ideas de la evolución aplicadas a las ciencias sociales y a las ciencias cognitivas.
Nacido en Shrewsbury, en febrero de 1809, Darwin fue el quinto hijo de una acomodada y sofisticada familia inglesa. Al abandonar los estudios de medicina, su padre le orientó hacia la formación como clérigo anglicano, para lo cual ingresó a estudiar las órdenes eclesiásticas de la Iglesia anglicana en Cambridge, donde obtuvo la licenciatura; pero su verdadero interés fueron las ciencias de la naturaleza, por lo que decidió tomar cursos de geología, botánica y zoología en la misma universidad. Los años de estudio en Cambridge fueron esenciales para su preparación científica. Científico británico, sentó las bases de la moderna teoría evolutiva, al plantear el concepto de que todas las formas de vida se han desarrollado a través de un lento proceso de selección natural y, su trabajo tuvo una influencia decisiva sobre las diferentes disciplinas científicas, y sobre el pensamiento moderno en general.
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Tras graduarse en Cambridge en 1831, el joven Darwin se enroló a los 22 años en el barco de reconocimiento HMS Beagle como naturalista sin paga, gracias en gran medida a la recomendación de Henslow, para emprender una expedición científica alrededor del mundo. El viaje del Beagle Su trabajo como naturalista a bordo del Beagle tuvo la oportunidad de observar variadas formaciones geológicas en distintos continentes e islas a lo largo del viaje, así como una amplia variedad de fósiles y organismos vivos. En sus observaciones geológicas, Darwin se mostró muy sorprendido por el efecto de las fuerzas naturales en la configuración de la superficie terrestre.
A bordo del Beagle, Darwin descubrió que muchas de sus observaciones encajaban en la teoría uniformista de Lyell. No obstante, durante su viaje por Sudamérica, también observó gran diversidad de plantas, animales y fósiles, y recogió gran número de muestras que estudió a su regreso a Inglaterra. En las islas Galápagos, situadas frente a la costa de Ecuador, observó especies estrechamente emparentadas pero que diferían en su estructura y en sus hábitos alimenticios.
Más adelante, estando ya de regreso en Inglaterra, llegaría a la conclusión de que, cuando los pinzones llegaron al archipiélago desde el continente encontraron gran variedad de alimento, y al no tener competidores y estar aislados geográficamente, sufrieron una rápida adaptación a los distintos ambientes; con lo cual aparecieron nuevas especies que descendían todas ellas de un antepasado común. La teoría de la selección natural.
Las reacciones ante El Origen de las especies fueron inmediatas. Algunos biólogos adujeron que Darwin no podía probar su hipótesis. Otros criticaron su concepto de variación, sosteniendo que ni podía explicar el origen de las variaciones ni cómo se transmitían a las sucesivas generaciones. Sin embargo, los ataques a las ideas de Darwin que encontraron mayor eco no provenían de sus contrincantes científicos, sino de sus oponentes religiosos. La idea de que los seres vivos habían evolucionado por procesos naturales negaba la creación divina del hombre y parecía colocarlo al nivel que los animales. Pasaron muchos años hasta que Darwin presentó su teoría de la evolución ante la comunidad científica, y el mundo entero, esta demora puede haber sido causada por el desinterés de Darwin en confrontar con la sociedad religiosa de ese entonces, tal como hemos mencionado en este mismo párrafo, pudo comprender que la separación geográfica y las distintas condiciones de vida eran la causa de que las poblaciones variaran independientemente unas de otras.
La importancia de su trabajo fue ampliamente reconocida por sus coetáneos. Darwin fue elegido miembro de la Sociedad Real en1839 y de la Academia Francesa de las Ciencias en 1878. Tras su muerte en Down, el 19 de abril de 1882, a la edad de setenta y tres años, llevando su féretro sus tres amigos, Huxley, Hooker y Wallace. Fue enterrado junto a Isaac Newton en la abadía de Westminster. Su vida dedicada a la exploración, a la geología y a la explicación de la vida cambiante de las especies en la Tierra dejó grandes frutos. Lo que sorprende en Darwin es su pasión por la verdad, la amplitud y profundad de sus logros durante los 50 años de actividad científica, durante los cuales hizo importantes contribuciones científicas en el campo de la geología, la paleontología, la botánica, la zoología, la taxonomía científica, y la historia natural.