Muchas especies de tiburones, como grandes depredadores que son, estudian la zona de posible ataque y sus adyacentes para matar a sus potenciales presas, por lo que son capaces de premeditar la caza.
Desde hace setenta millones de años, prácticamente no han sufrido cambios, a pesar de que aparecieron hace unos 350 millones de años, pues presentan pocas fluctuaciones y apenas han sido víctimas del ser humano y sus magníficas adaptaciones, las cuales le han permitido convertirse en los principales depredadores del mar.
Sus ataques a los seres humanos, son esporádicos, no son improbables y, no siempre que se han producido, son mortales y, la fascinación y el miedo, son las sensaciones que predominan en las reacciones humanas frente al comportamiento de los tiburones. La probabilidad de ser atacado por un tiburón, es 600 veces menor de que uno muera en un accidente de tránsito, o 50 veces menor de que te caiga un rayo. Según los datos proporcionados por la red, sobre tres mil millones de bañistas, hay 50 ataques de tiburón, 10 de estos es mortal cada año y, normalmente es porque lo confunde con una de sus presas. Generalmente, libera a la victima humana, con frecuencia van solos o en grupos muy pequeños, habitan en un medio poco accesible y, son nadadores relativamente rápidos. Normalmente los tiburones viejos, son cautelosos, mientras que los jóvenes, que son los más peligrosos, son más agresivos y arriesgados. Aunque suelen ser solitarios, se han visto en bastantes ocasiones, auténticos cardúmenes de cientos de tiburones martillo.
Los tiburones pueden detectar sustancias químicas como la sangre a kilómetros de distancia, con una visión bastante buena. Debajo de la piel de la cabeza cuentan con unas estructuras en forma de sacos llamadas ampollas de Lorenzini con las que detectan los campos eléctricos en el agua, es la electrorrecepción.
Muchas especies de tiburones, como grandes depredadores que son, estudian la zona de posible ataque y sus adyacentes para matar a sus potenciales presas, por lo que son capaces de premeditar la caza, como los asesinos seriales humanos, que ya hemos visto en otros capítulos anteriores. Los tiburones oceánicos son predadores, oportunistas y, altamente competitivos para explotar los recursos a su alcance. El tiburón típico tiene un cuerpo fusiforme y esbelto; el hocico y las aletas pectorales son alargados; la aleta caudal tiene el lóbulo superior más largo que el inferior y un pedúnculo caudal grueso.
Fotografía perteneciente al contenedor de imagenes de Google. Código: img_sarbat_20160525-095918_imagenes_lv_otras_fuentes_tiburones-kYHB-U402032706948j0C-992x558@LaVanguardia-Web.jpg |
Los dos mayores tiburones, el tiburón ballena y el peregrino, ambos se alimentan de plancton mientras nadan a una velocidad de 3 a 5 km/h. Los dientes se renuevan continuamente a lo largo de toda la vida, estos no están adheridos directamente al cartílago mandibular sino anclados en una capa de tejido basal. La creencia de que el tiburón es una especie de basurero capaz de devorar cualquier cosa no se corresponde con la realidad. La mayor parte de las especies son muy selectivas con lo que comen y, la dieta de algunas especies varia con la edad.
Como hemos mencionado al principio, el sentido de los tiburones que es menos conocido, es el que les permite detectar corrientes eléctricas de bajo voltaje, estos estímulos eléctricos pueden estar producidos por la potencial presa. Existe también la posibilidad de que los tiburones tengan un sentido electromagnético que les permita orientarse, en otras palabras, tienen una especie de brújula horaria, una especie de señal electromagnética que les indica, cual es su posición relativa con respecto campo electromagnético terrestre.
Unos de los aspectos más notable referente a los tiburones actuales es el gran numero de características que comparten con sus antecesores que habitaron los mares hace mas de 300 millones de años, lo mas curioso es la similitud de la forma del cuerpo que se encuentra en especies con gran diversidad de tamaños y formas de vida. La persistencia de esta forma básica del cuerpo en diversidad de ambientes indica que la evolución de los tiburones los convirtió en depredadores prósperos y, los hábitos alimentarios y el éxito depredador están íntimamente ligados con la estructura de los dientes.
Terminamos indicando que las especies que nos son más familiares, o por lo menos más conocidas, por los distintos documentales son: la tintorera, frecuente en las aguas superficiales del Pacifico nororiental y del Atlántico norte, alimentándose de peces pequeños como anchoas y sardinas y de calamares de pequeño tamaño, y el marrajo, que es un visitante veraniego de las mismas zonas donde vive la tintorera y, se alimenta de los bancos de caballa y de otros peces. El mayor tiburón en casi todos los arrecifes del Pacifico es el tiburón tigre, que puede sobrepasar los cinco metros, en algunas ocasiones pueden llegar a las aguas someras y, pueden alimentarse de las aves marinas que descansan en la superficie del agua. La distribución y presencia de las distintas especies de tiburones en los mares y océanos está influida, de forma general, por las adaptaciones del comportamiento de cada especie a su medio y a sus potenciales presas.
Más 70 millones de tiburones al año, son sacrificados únicamente para poder comercializar su aleta y satisfacer la demanda de una delicadeza asiática: la sopa de aleta de tiburón. La sobreexplotación pesquera, ya sea para la captura de todo el animal o por la búsqueda de su aleta (los pescadores cortan la aleta del tiburón para después arrojar el cuerpo del animal de regreso al agua, donde perece rápidamente) está cobrando su cuota en algunas especies de escualos. De esta manera, los grandes depredadores no sólo se están desvaneciendo de la tierra, en los mares y océanos, muchas poblaciones de tiburones ya han desaparecido.
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