124.- Los paisajes mas bonitos del mundo-10 LAS CATARATAS DEL IGUAZU.

Las cataratas constituyen una de las más grandes, más bellas y más espectaculares caídas de agua del mundo. Fueron descubiertas en el año 1541 por el Adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca. El nombre de las cataratas viene del idioma guaraní por una palabra que significa "agua grande".

Son las cataratas más famosas del mundo, están localizadas al norte de Misiones, a unos1300 Kilómetros de Buenos Aires, la capital Argentina, siendo sus dos principales aeropuertos Iguazú y Posadas. Las cataratas, con 275 saltos diseminados en forma de media luna que caen desde 70 metros de altura, se encuentran ubicadas en el interior de el Parque Nacional Iguazú de 67.000 hectáreas de extensión.

Desde 1986 es Patrimonio Nacional de la Humanidad declarado por la UNESCO. Las cataratas son el resultado de una erupción volcánica que dejó esta enorme marca en la Tierra. Durante la época de lluvias, el caudal de agua que fluye por las cataratas puede llegar a los 13.000 metros cúbicos por segundo.

El nombre de las cataratas viene del idioma guaraní por una palabra que significa "agua grande". La Garganta del Diablo es el lugar en donde se encuentra la cascada más grande y la mejor vista que las cataratas ofrecen, pudiendo ver una gran cantidad de agua cayendo a más de 70 metros por encima de la cascada y desde varios ángulos diferentes en las aéreas que la rodean, con un ensordecedor bramar del agua y densas columnas de vapor, que despide el agua al chocar contra las rocas del fondo.

Las altas temperaturas y la humedad del ambiente, convierten a esta zona en un inmenso invernadero donde existen más de 400 especies de aves, entre las que se destacan el vencejo de cascada, colibríes, urracas, tucanes, loros y macucos. Entre mamíferos y felinos podemos sumar alrededor de 80 especies, como los coatíes, tapires, hurones y osos hormigueros entre otros muchos, varias en peligro de extinción, como el yaguareté, monos, caimanes, serpientes y tapires.

Fotografía perteneciente al contenedor de imagenes de Google.
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Los exuberantes bosques donde el bambú, las palmeras y los helechos cubren el terreno de un verde intenso , en ocasiones increíblemente intenso, le dan un toque de mayor hermosura a cada una de las caídas de agua. Los árboles superan en muchas ocasiones los 30 metros de altura, destacando el palo rosa que alcanza los 40 metros de altura y dos metros de diámetro, u otras especies importantes como los inciensos, los ybirá pitá, los ambay, el rabo molle y los pacará. El contraste entre la vegetación y la tierra roja, las rocas y el rugido del agua generan un impacto brutal: la voluptuosidad, el calor y lo salvaje son signos de evasión de lo cotidiano de nuestra civilización.

El límite con las cataratas pasa por la Garganta del Diablo, desfiladero con paredes de agua de unos 150 metros de ancho por 700 metros de largo, donde se originan múltiples arco iris. Los saltos, de cualquier forma memorables, se convierten en algo más hermoso aún, al estar rodeados de la belleza de la selva. Las cataratas son parte de un ecosistema de jungla prácticamente virgen protegidas en los lados brasilero y argentino por Parques Nacionales, y dos tercios de las cataratas están del lado argentino del río.

La impresionante belleza paisajística de las Cataratas del Iguazú, así como la variada y abundante vida animal y el interés botánico que encierran, han convertido a este paraje en uno de los centros turísticos más importantes y bellos del mundo. Cautiva el magnífico entorno natural virgen, una selva subtropical en donde puede verse la flora y fauna más representativa de la zona. Además de esto, las Cataratas del Iguazú se caracterizan por la importancia histórica y arqueológica de los sitios en donde se encuentran las ruinas jesuíticas, que fueron uno de los primeros asentamientos de evangelización cristiana de América del Sur.

Más allá de las cataras, hay un mundo deslumbrante, con reservas de selva virgen que, atraen a quienes se animan a vencer la resistencia de los sitios poco explorados y, motivados por la búsqueda de la belleza natural en estado puro, surcados por arroyos y otros saltos, son el ámbito propicio para un primer contacto con esa geografía voluptuosa, donde reina el silencio, interrumpido a veces por el alboroto de las palomas de monte y los tucanes multicolores. La selva está lejos de ser un manchón verde y uniforme ya que la vegetación ocupa casi todo el espacio disponible entre el suelo y las copas de los árboles más altos y la tierra roja queda casi oculta bajo una capa de musgos y líquenes.