247.- GRANDES VOLCANES: Volcán Chimborazo (Ecuador)

Es el punto más alto del planeta, pues el diámetro terrestre en la latitud ecuatorial es superior que en la latitud del Everest. Es un volcán apagado, cuya actividad se remonta a muchos siglos atrás.

Este volcán, esta muy cerca de la capital ecuatoriana, tan solo a 150 km de distancia, en los Andes Centrales. Es una impresionante mole de más de 6300 metros de altura, que al tener en cuenta el nivel del mar, es el punto más alto del planeta, dado que al no ser perfectamente esférica la Tierra, el radio del planeta es unos 20 km mayor que en los polos, es decir que, el diámetro terrestre en la latitud ecuatorial es superior que en la latitud del Everest. Es un volcán apagado, cuya actividad se remonta a muchos siglos atrás.

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Cubierto de nieve perpetua, en sus faldas se encuentran grandes páramos, y gran cantidad de ganado vacuno, caballar y porcino, y toda clase de productos agrícolas, siendo además ideal para practicar el montañismo, siendo numerosas las personas que acuden a las faldas de la gran montaña del Chimborazo. Su clima es frío.  Su flora principal consta de los helechos, las almohadillas de Azorella, las gencianas, la chuquirahua, el arquitecto, la flor de chocho, las achupallas, los musgos y los líquenes. Su fauna es típica en estos ecosistemas de Sierra, con la presencia de ciervos enanos, llamas, vicuñas, venados, pequeños conejos, ratones marsupiales, lobos y la cervicabra. Las aves están muy presentes, como los quindes, curiquinges, el aquilucho común y por supuesto el cóndor y el colibrí conocido como estrella ecuatoriana, difícil de observar.

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Su majestuosidad es tal que en un día despejado se puede observar al Chimborazo incluso desde la ciudad de Guayaquil, a orillas del océano Pacífico. Las rutas de campo abierto y media montaña son las preferidas por los visitantes pero deben realizarse siempre en compañía de guías calificados ya que el clima cambiante y la neblina fácilmente pueden confundir a viajeros ocasionales. De acuerdo a investigadores franceses, los glaciares andinos se están derritiendo a una tasa acelerada estando la mayoría condenados a desaparecer en las próximas décadas. Quito, La Paz y otras ciudades, dependen fuertemente del hielo del glaciar, por lo que encontrarán serias dificultades para asegurar su suministro de agua.